Soy abierto con lo que venga y por eso,
¡ojo!, estoy abierto a lo que venga. No soy aburrido, tampoco estoy aburrido
con mis sueños. ¿Estarán ellos conmigo? Estoy atento con ellos y seré atento
por ellos. Ya fui bueno, sigo siendo porque quiero estar bueno en la vida.
Estoy cansado, soy cansado, pero, allegro andante, porque soy claro y a mí me parece que está muy
clara esta realidad. Me dicen, a menudo: “¡Vos sos demasiado cerrado!” Y con
esa gente también estoy cerrado.
¿Estoy considerado? Sí, porque sé ser
considerado con todos. Soy delicado y estaré delicado si me quitan la libertad.
De tarde en tarde soy despierto y suelo serlo mucho más cuando estoy despierto.
Ya fui incosciente y eso me ha hecho estar inconsciente para lo mejor de la
vida. Seré listo cuando esté listo. No, no seré malo ni molesto aunque esté
malo o molesto.
No soy negro, pero tengo la sangre muy
mezclada y eso me hace creer que sí, que soy negro. Y más: si la Ley de Moisés
es verdadera, y esas cosas de resucitar y reencarnar son de buena fe, podré
haber sido o venir a ser negro. Les digo que no estoy negro con eso, porque a
mí me gustaría serlo.
¡Che!, no, desafortunadamente no soy
rico y no te diré que estoy rico porque esas cosas son muy personales y sólo lo
sabrá el que tenga mi permiso de saberlo y además, ¡no!, no soy prepotente. A
mí no me gusta el color verde, así que no soy ni seré verde. Y no estoy verde
con eso. Estoy violento con muchos aspectos de la vida, pero, seguro estoy que
no seré violento en las reacciones.